París se ve más cerca...

Ha tenido que ser un francés quien nos entreabriera las puertas de París y nos acercase un poquito a una nueva final europea.

Rijkaard soñaba con que San Siro fuese la consagración de este equipo, Laporta y alguno más intuía que hoy era el día para cambiar papeles y recoger el testigo que el Milán de Capello le arrebató al Dream Team de Cruyff.

Europa ya cayó rendida ante el juego del Barça después de eliminar sin paliativos al Chelsea... hoy era el momento para consagrarse, para subir el peldaño sobre el que poder mirar al resto por encima. Pero sin soberbias ni confianzas. Aún no hay nada conseguido. Un muy buen resultado, sí. Un Nou Camp que estará lleno apoyando al equipo para que no se caiga -por más que el equipo no lo necesite-, sí. Un Milán obligado a buscar la victoria -lo único que le sirve-, sí. Pero los italianos, siempre son los italianos y aunque hoy no hayan tenido suerte cara al gol, la pueden tener la semana que viene en Barcelona.

Aún así, el paso conseguido hoy es muy importante, y en la final de París parece que la bandera azulgrana estará presente.