Hoy era su día, su noche... Podría haber sido, fácilmente, una noche aguada por los de casi siempre, los italianos. Pero ha sido una noche llena de luz, de alegría, de futbol, de emoción y de lloros para más de uno de los 48.000 habitantes de esa pequeña localidad que han vencido a todo un Inter de Milán.
El 2-1 favorable que traían los italianos ha hecho que éstos no quisieran arriesgar nada. En la primera parte apenas se han visto a los hombres de ataque de ambos equipos. Por momentos parecía que se imponía el catenaccio de Mancini. Pero en la renaudación todo ha cambiado. Un Villarreal mucho más decidido, un Riquelme mucho más participativo... auguraban un posible gol. Y los augurios se hicieron buenos pronto. En el minuto 56, Arruabarrena remetaba un centro del genio Riquelme.
Magistrales los últimos 45 minutos del argentino. Aguardado perfectamente por Tacchinardi y Senna, Román disfrutó e hizo disfrutar. Pero tampoco hubo mucho espacio para disfrutar. Los italianos, son los italianos... y en cualquier momento, cuando menos lo merezca, cuando menos lo desees... ahí estarán para recordártelo y aguarte la fiesta.
Por fortuna, se sufrió pero se pasó... ahora queda esperar para una nueva noche histórica en El Madrigal. ¿Arsenal o Juventus? Apuesto por el primero.
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