De forma organizada o no, con pacto o sin él... pero lo cierto es que aquella pareja que ganó unas elecciones contra todo pronóstico se ha separado. Esta mañana, Sandro Rosell, convocó una rueda de prensa para confirmar su dimisión del club y su adios como directivo del gran club de sus amores.
Era evidente y así lo había confesado el mismo Rosell que llevaba ya bastante tiempo sin pintar nada dentro del club. Pero jamás había mostrado los motivos ni las razones por las que Sandro se alejó en un momento para no volver nunca más. Y hoy ha sido claro a la vez que respetuoso. No han sido ni una ni dos ni tres las veces que ha repetido la frase "conflicto consigo mismo" refiriéndose a Laporta. Que cada una interprete eso a su manera.
También se le ha preguntado por el papel de Cruyff y en ese tema ha sido bastante claro. Rosell ha comentado que el holandés lleva unos 30 años en el club. Ya sea dentro o fuera de él, al lado o alejado del presidente... Y un consejo que Rosell le daría a Cruyff sería el que se alejase un poco del club para que Laporta se tranquilizase.
Sinceramente, para mí es una pena la marcha de Rosell. Por varios motivos. Primeramente porque triunfa la vanidad y la autoridad sobre el consenso y la sana discrepancia. Y "segundamente" porque hay poca gente en el mundo (por lo que se cuenta y por lo que se ha visto) que tenga tantos contactos y tanta habilidad a la hora de negociar por un jugador como Sandro Rosell.
Qué lejos queda aquel eslogan con el que el equipo liderado por Laporta ganó las elecciones: "Primer, el Barça"...
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