Una Liga (99-00), una Copa del Rey (2002), dos Supercopas de España (2000 y 2002), cuatro años consecutivos en la Champions League, llegando en dos ocasiones a las semifinales de dicha competición... y siete años seguidos en un mismo equipo de Primera. Será difícil que alguien vuelva a repetir tal hazaña, ya no sólo en el Deportivo, sino en la Liga Española o en cualquier equipo europeo.
Hombre carismático, trabajador, disciplinado, humilde... y con una paciencia a dignificar. En la mayoría de estos siete años, Jabo ha tenido que lidiar con plantillas grandes, con más de 30 jugadores antes de que se iniciase la temporada. Por lo que ha tenido que dejar sin dorsal a unos cuantos y en el banquillo a otros tantos. Reiteradas broncas para un hombre con apariencia de tranquilo. Tristán, Jaime, Luque, Pandiani, Molina y Djalminha tuvieron sus más y sus menos por sus métodos de trabajo, por su forma de llevar al grupo, por su sistema dentro del campo... Pero a pesar de ello Jabo siempre fue fiel a su hacer. Unas ideas que ha compartido durante estos siete años con un Dani Melo. Su sombra, su apoyo... el único que despidió a Jabo a la salida del aeropuerto para volver a casa.
Lo que ha hecho Jabo será difícil que alguien vuelva a repetirlo. Ya no sólo en el Deportivo, sino en cualquier equipo de España o de Europa.
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