febrero 27, 2006

Pecados de ser demasiado joven

Sergio Ramos, que lleva poquito tiempo en el Real Madrid, y poco más dentro del fútbol profesional, cometió ayer uno de los pecados que, a medida que se van teniendo años, se aprende a evitar hacerlos. Ser sincero.
Claro que, no ser sincero cuando el problema o la situación es evidente tampoco sirve de mucho. Pero lo habitual es mirar para otro lado y no decir la verdad o toda la verdad, recurrir al tópico...

Anoche, en el diluvio sobre Son Moix, Sergio Ramos fue el que marcó el gol para su equipo. Se ponían por delante en un partido que no estaban jugando bien. Pero la alegría de ese hecho no se relacionaba con la alegría que se podía ver en las caras de los que estaban en el banquillo. Raul y Salgado dieron un par de aplausos, no más de dos.. y sin mucho entusiasmo. Cómo si todo estuviera hecho o como si la cosa no fuese con ellos.

Ese hecho sorprendió a Sergio Ramos que en palabras a El Larguero dijo que le sorprendió la celebración fría del grupo, que parecía que había marcado el Mallorca y no él y que incluso lo comentó en el vestuario con alguno de sus compañeros.

De esta manera, se hace evidente la ruptura en el vestuario blanco. Las últimas declaraciones de Ronaldo, la reprimenda de Raul, la contrarreprimenda de Ronaldo... Una lucha de egos, un espíritu poco colectivo que anoche Sergio Ramos evidenció.

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