diciembre 13, 2005

¿Llega la calma?

Se dice que después de la tormenta siempre llega la calma. En la "casa blanca" llevan tiempo con mucha tormenta. Nada de títulos, su máximo rival en lo más alto del fútbol mundial, pérdida de identidad, proyectos fracasados... Y en las últimas semanas diluviones: el repaso en el Bernabeu, el cese de Luxemburgo, el abandono de Sacchi...

Ya dije que es un mal síntoma hablar de cambios cuando ni si quiera se ha llegado al ecuador del campeonato. Y los cambios llegaron con los ceses, abandonos que he comentado antes y con la llegada de López Caro como "técnico-puente". El hasta ahora técnico del Castilla, y que dejó al filial en una digna posición de la Segunda División, debutó en la Champions con derrota en un partido de mero trámite, pero aportó algo de mínima sensatez al equipo.

Todas las miradas iban a estar puestas en el Málaga - Real Madrid del domingo, para ver como funcionaba el "nuevo" Madrid de López Caro. Y funcionar, funcionó. El técnico sevillano dispuso de un 4-2-3-1, el que habitualmente usaba con el Castilla, con Casillas en portería, Salgado y Roberto Carlos en los laterales, Pavón y Helguera en el eje, doble pivote español con Sergio Ramos y Guti, Robinho por la derecha, Zidane por la izquierda, Baptista como media punta y Ronaldo arriba. Y a pesar de un tanto anulado a Salva y otra parada clave de Casillas, el Real Madrid jugó con cierto orden y sensatez. En cuatro minutos, Sergio Ramos (minuto 33) y Robinho (minuto 37), con un gran gol, sentenciaron el partido.

Al margen del resultado las sensaciones son buenas y las ideas están claras. Lo mínimo para poder caminar hacia el frente con seguridad.

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