San Siro evoca grandeza, ambiente de fútbol, recuerdos de noches mágicas.. y entre esa grandeza, anoche el Villarreal era uno de esos protagonistas y Forlán tuvo un papel importante para que el recuerdo no fuese tan amargo.
Uno de los objetivos para el Villarreal era, por lo menos, conseguir un gol. Y lo consiguió. No tardó mucho Forlán en batir a Toldo. En menos de 5 minutos ya estaban por delante y con el deseado gol que daba esperanzas a los de Pellegrini. Pero la alegría duró poco y en una de jugada de empuje de los italianos, Adriano dentro del área, a la media vuelta puso el empate.
El Inter mostraba un leve dominio sobre el Villarreal, Riquelme no controló como a él le hubiera gustado el partido y el tándem Senna-Arzo sufrió bastante para parar todas las embestidas que se le venían encima.
La segunda parte empezó al igual que la primera pero favorable a los italianos. Una buena jugada de Stankovic (sustituto de Figo) permitió marcar a Martins. Seguramente fueron los momentos más duros para el Villarreal, pero supieron encajar los golpes y guardar fuerzas para que Riquelme asustara a el técnico italiano Mancini con una falta que golpeó en el larguero. A partir de ahí los italianos se conformaron con el 2-1 y el Villarreal tendrá que ganar en El Madrigal para seguir soñando.
Resultados de los partidos de ida de los cuartos de final, 29 de marzo:
Inter de Milán 2 - Villarreal 1
Lyon 0 - Milán 0
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