Un día después del "florentinato", de la polvareda dejada por todos los rincones del mundo, después de la tinta gastada en miles de periódicos, después de miles de debates en radios, en bares, lugares de trabajo... después de que Florentino Pérez culpase directamente a los jugadores e indirectamente a él, el capitán del Real Madrid ha salido ante los medios para dar su versión sobre lo acontecido ayer.
La frase "Que diga nombres", al respecto de lo que dijo Florentino sobre que "los jugadores de la plantilla están confundidos y maleducados" da la razón al ex-presidente y confirma que lejos de expresar calma, profesionalidad y cualquier acto de enmienda, el capitán del equipo, que no en representación del mismo, traslada la más que evidente crispación del vestuario a la opinión pública.
¿Es ésa la mejor manera de empezar de nuevo, de hacer "autocrítica"?
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