Desde que escuché que sería Joan Laporta el presidente del FC Barcelona algo me decía que no iba a acabar bien. No sé, pero tiene una cara de falso que no se la aguanta. Y a eso hay que sumarle que es uno de los hombres más 'poderosos' de su 'país'... y claro el hombre se lo ha acabado creyendo. Ha acabado por no escuchar a aquellos que tanto confiaron en él, aquellos que sin su ayuda él no estaría donde está ahora. Y simplemente hacer caso de lo que le dice su gran mentor, Johan Cruyff.
Aquel grupo de 'jóvenes' hombres de corbata, a los que se les llamó los hombres punto com, o los hombres power point, se han dado cuenta de que aquel modelo de unión y de proyecto compacto se va desmontando a medida que pasa el tiempo y, por ahora, sólo aquellos 'afines' a Sandro Rosell (el gran perjudicado) han decidido abandonar el proyecto por motivos más que evidentes.
Uno de los últimos que ha decidido abandonar el cargo ha sido el director responsable de los servicios médicos Jordi Monés. Éste convocó una rueda de prensa en la cual afirmó, entre otras, que "Jan (Joan Laporta) ya no es el mismo" y que el modelo en la junta se está convirtiendo en un modelo presidencialista.
Me da a mí que lleva la razón. Desde la lejanía intuyo que lo que en un principio era una absoluta armonía entre todos los miembros de la directiva se ha convertido en un pequeño grupo de acorbatados, dirigidos por Laporta, que fielmente siguen las premisas del líder.
Pero lo gordo está por llegar. Por más que la junta apele a la unión y a reuniones para acabar con la crisis, ésta hace tiempo que empezó y es ahora, una vez acabada la Liga, el mejor momento para que cada uno tire por el lado que crea más conveniente. Aunque dudo que Laporta, siendo el máximo culpable según unas encuestas, vaya a cambiar su forma de llevar el club.
Visto desde fuera:
- Miguel Rico - Ni de Laporta ni de Rosell
- Fabián Ortiz - Un SOS al chino que debe pagar
- Santi Nolla - Primera fase
0 comentarios:
Publicar un comentario